Los cuatro modelos vienen equipados con paneles OLED, pero presentan diferencias en el tamaño y en las tecnologías que incluyen. El iPhone 16 tiene una pantalla de 6,1 pulgadas, mientras que el iPhone 16 Plus sube hasta las 6,7 pulgadas. En los modelos Pro, la reducción del grosor de los bordes permite aumentar ligeramente el tamaño de la pantalla: el iPhone 16 Pro tiene una pantalla de 6,3 pulgadas y el iPhone 16 Pro Max alcanza las 6,9 pulgadas.
Una diferencia importante está en la frecuencia de actualización de la pantalla. Los modelos estándar (iPhone 16 y 16 Plus) mantienen una tasa de refresco de 60 Hz, mientras que los modelos Pro incluyen ProMotion de 120 Hz, lo que hace que la experiencia visual sea más fluida. Además, los Pro ofrecen la función de pantalla siempre activa, una característica ausente en los modelos estándar.